Por lo general, los movimientos de ladera y las subsidencias y
hundimientos se pueden prevenir, lo que unido al hecho de que los costes
de los trabajos de prevención generalmente son menores que los de
corrección una vez que los procesos se han desencadenado, hace que
muchas veces los daños económicos y sociales causados tengan que ver con
actuaciones negligentes y la falta de conocimiento de los procesos que
afectan al medio geológico y sus interacciones con las obras y
actividades humanas.
La prevención de los
riesgos geológicos consiste en prever o conocer con anticipación la
ocurrencia de un fenómeno, en tiempo y/o lugar, para evitar el proceso,
controlar o "frenar" dicho proceso y avisar, prepararse o protegerse de
él.
La prevención se basa en el conocimiento
de las características y leyes de los procesos, en el análisis de datos
pasados, observaciones científicas (investigaciones detalladas de los
mismos) y en la monitorización y detección de anomalías y cambios en
parámetros físicos y fenómenos precursores.
El
término predicción, esto es, el anuncio de lo que va a ocurrir, a veces
se emplea con el mismo significado anterior, aunque no es equivalente.
La mitigación consiste en moderar o disminuir las pérdidas y daños
mediante el control del proceso (en los casos en que sea posible) y/o la
protección de los elementos expuestos, reduciendo su vulnerabilidad.
La prevención se basa en la identificación y estudio de los procesos y
de los factores que los controlan, lo que permite la realización de
mapas previsores para su aplicación a labores de ordenación y uso del
territorio. La mitigación de los riesgos puede llevarse a cabo mediante
medidas pasivas (restricciones de uso, desarrollo de sistemas de control
de movimientos, etc.) o de otro tipo.
MAPAS DE PELIGROSIDAD Y RIESGO
Los mapas de susceptibilidad y de peligrosidad de movimientos del
terreno tienen por finalidad asegurar el correcto uso del territorio y
prevenir los riesgos. Éstos pueden incluir:
- localización de los procesos y de las zonas afectadas (densidad, distribución y grado de actividad de los procesos)
- representación de los factores que los condicionan
- representación de las zonas susceptibles
- zonificación de la peligrosidad.
Los mapas constituyen el método más efectivo de presentar la
información referente a la peligrosidad y riesgo de una zona o región.
Los mapas inventario incluyen la localización espacial de los procesos
y/o de las zonas afectadas, así como las características de los mismos.
Los mapas de susceptibilidad incluyen las zonas que pueden ser afectadas
en un futuro por los procesos. Las cartografías de peligrosidad
representan la posibilidad o probabilidad de ocurrencia de los procesos
en un área determinada y para un periodo de tiempo dado, zonificando el
territorio en diferentes grados.
La diferencia
fundamental de los mapas de hundimientos y subsidencias con respecto a
los de movimientos de ladera es que tanto los factores condicionantes
como los desencadenantes son más restringidos. En la cartografía de
hundimientos y subsidencias, se pueden diferenciar dos casos:
- zonas donde la ocurrencia de los procesos depende de la presencia de determinadas litologías susceptibles, como zonas kársticas o suelos blandos (sean cuales sean los factores desencadenantes, naturales o antrópicos)
- zonas donde las actuaciones antrópicas (generalmente excavaciones) pueden desencadenar procesos en materiales no susceptibles a priori.
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